jueves, 7 de junio de 2012

El parque del bodegón, ¿bueno, bonito y barato?


Me he resistido mucho a dejar mi opinión sobre el nuevo parque de Brenes, el parque del bodegón. Sin lugar a dudas, la acomodación de un nuevo lugar de ocio para los más pequeños y no tan pequeños de nuestro pueblo es una buena noticia siempre y cuando las demás variables permanezcan constantes. Pienso que la construcción, arreglo, acomodación o como quieran decirlo del 'parque inoportuno' (después explicación de este nombre no oficioso) ha sido totalmente (in)necesario. Los motivos a continuación.


Uno bueno, muchos malos 

Breneros si a vosotros os dan la opción entre sacar un diez en un examen y un cero en todos los restantes o sacar un 5 en todos. ¿Qué elegiríais? Muchos son los barrios de nuestro pueblo que se quejan por las nefastas condiciones en las que se encuentran sus parques. Me podría poner a numerar parques y parques y las situaciones en las que se encuentran, pero es más fácil que os deis una vuelta por nuestro querido pueblo para que observéis matojos sin cortar, lugares sin papeleras, basura sin recoger,…



Mientras muchos vecinos se conforman con un parque feo nuestro nuevo equipo de gobierno ha hecho uno muy bonito sin antes arreglar (no perfeccionar) lo mínimo el resto de parques. La cara de tontos que se nos queda al ver uno tan bonito y decenas tan feos es irrisoria.

¿No ha costado dinero público? 

Antes de comenzar quisiera dejar un dato para poder analizarlo: el ratio población/políticos de España es el más alto de la Unión Europea, muy por delante de países cuya productividad es superior como Alemania. Para el Ayuntamiento de Brenes trabajan muchos breneros directa o indirectamente.

Para este parque ha habido un concejal (incluso, podríamos hablar de varios) cuyo trabajo ha sido prácticamente cercado al ‘parque inoportuno’. Por lo tanto, este nuevo parque ha supuesto el trabajo de uno o varios políticos y de muchísimos trabajadores durante meses y meses. Entiendo la importancia que corría el parque. ¿La misma que están teniendo por terminar los aparcamientos del polideportivo? ¿La misma rapidez que están teniendo en cumplir promesas como la pista de baloncesto o el camino del bodegón?

“Con la colaboración de entidades públicas y privadas el parque del Bodegón ha supuesto un gasto mínimo para nuestro pueblo.” Estas son las palabras con las que nuestro Ayuntamiento hizo referencia a los gastos del ‘parque inoportuno’. A un servidor le gustaría conocer ese mínimo gasto del que hablan.

“No hay dinero para nada" es la frase que escucharás a cualquier miembro del equipo de gobierno de Brenes. Ahora, sí se trata de un nuevo parque busco el dinero debajo de las piedras. La subvención de la Junta de Andalucía, otra empresa ayudó para las maquinas de rehabilitación, la fundación Caixa ayudó con aparatos infantiles, el Ayuntamiento de Castilblanco dio piedras, la Mancomunidad dio gansos, la diputación ofreció jardineros, viveros Sevilla plantas,….¡Qué bien! Como se mueve nuestro Ayuntamiento por las cosas que interesan. ¡Cuánto trabajo! Si todo el trabajo que ha realizado nuestro Ayuntamiento en este parque lo hiciera en todos los apartados daría gloria vivir en Brenes.

Que no falte la placa conmemorativa… 


¿No hay cosas que tienen una mayor urgencia? ¿No deberían emplear todo este trabajo en otros ámbitos? El Alcalde fue el que habló de las prioridades en pleno debate deportivo sobre nuestro pueblo. A mí ya me queda claro que los clubes deportivos donde residen miles de niños no son una prioridad pero un parque donde también van niños sí lo es. ¿Dónde está la incoherencia? En que el éxito del parque sí podrá ser retribuido al ayuntamiento y la afluencia de deportistas en los clubes deportivos no. El parque del bodegón perdurará y será recordado como la gran obra de este mandato la cual se hizo en un momento inapropiado. Desde hoy lo bautizamos como el “parque inoportuno”.

Tener claro que la política consiste en eso, lograr ‘objetivos’ para captar tu voto. Unas veces los objetivos son muy importantes y poco visibles y otros todo lo contrario: de escasa importancia y muy visibles para el ciudadano de a pie.

La gota que colmó el vaso fue la ridícula placa conmemorativa que colocó nuestro excelentisísimo Ayuntamiento a la entrada del parque inoportuno. Así expresábamos nuestro malestar una vez conocida la noticia:

“Quiero que en Brenes se le ponga una placa conmemorativa a los pintores por pintar, a los albañiles por construir, a los camareros por servir, a los profesores por enseñar, a los policías por mantener la seguridad,.... es que me acabo de enterar que en nuestro pueblo se otorgan placas conmemorativas por el simple hecho de realizar su trabajo por el cual están cobrando.” 

Yo pediré mi placa, el arreglo de mi parque, mi dinero público y exigiré un mínimo de coherencia a los engargados de velar por nuestros intereses. ¡Nos vemos en el ‘parque inoportuno’!