Tras ser rescatado, perdón, perdón, tras haber recibido apoyo financiero del Eurogrupo sin ninguna contraprestación (Tú dices tomate, yo digo rescate. Fuente: Time) quiero poner de relieve un hecho bastante significativo tanto a nivel nacional como a nivel local: ¡Qué complicado es ser un mandatario político en estos días!. ¿Cómo se puede gestionar todo lo anteriormente tenido en tiempos 'prósperos' ahora cuando no hay dinero?
Para ser político hay que tener devoción. Igual que para ser profesor debes tener pasión por lo que haces, que busques otras cosas aparte del sueldo lógicamente. Si partimos de la base que los políticos, los que nos dirigen, son los más preparados, está claro que ellos ganarían más dinero en empresas privadas que en corporaciones locales públicas. ¿Y en Brenes? Pues mucho peor teniendo en cuenta que nuestro pueblo estaba (¿esta?) en la cabeza de los más endeudados de toda España.
Si antes mantenías diez objetivos, con diez partidas monetarias desde el Ayuntamiento, es evidente que a día de hoy con nuestro pasivo a full no podremos mantener esa totalidad de objetivos. Todos sabemos que el Ayuntamiento de Brenes recibe numerosas partidas de diferentes organismos. Estas partidas supuestamente deberían ir a cada sitio 'mandado', pero no es así, todo va a un mismo cajón desde donde se redirige todo. Si eres político en Brenes estarás más vigilado que nunca, todas esas personas que trabajan directa o indirectamente para el Ayuntamiento estarán con la mosca detrás de la oreja. Algunos ya se comieron la mosca al no recibir las partidas prometidas o requeridas.
Al no haber dinero nuestros dirigentes deben ser lo más inteligente y lo más justo posible para que esas pequeñas partidas se destinen hacía los medios más necesitados de nuestro pueblo. De ahí nuestra crítica negativa sobre la acomodación del 'Parque inoportuno'. Sin querer meter miedo a nadie hay algo que es evidente: al no haber dinero, el Ayuntamiento no podrá pagar todas las deudas contraídas ni podrá asumir gastos futuros. Varias opciones: tener la suerte de cobrar tu dinero, cobrar pero tarde con meses de retraso o directamente no cobrar. Desde aquí sólo exigimos al equipo de gobierno trabajo, mucho trabajo y decisiones coherentes las cuáles esperemos que sean acertadas. Nada de populismo.
