“Le da igual el pueblo porque como de todas maneras si va fuera tiene su trabajo en hacienda” o “no se puede hacer las cosas que está haciendo por dos sueldos” son las frases más usuales que te encuentras en el corralillo político de Brenes. Son distintas, con un significado contradictorio, sobre todo teniendo en cuenta que provienen de las mismas fuentes. O una cosa u otra, pero no ambas.
Manuel Moreno Noa y Luis Escamilla son criticados por sus puestos de trabajo. El primero por tener un trabajo asegurado en hacienda (ni que fuera un pecado) y el segundo por su trabajo como tercer teniente alcalde y concejal-delegado del área de integración social. ¿Los motivos de las críticas? Ninguno. ¿Los fundamentos? Ilógicos.
No se puede criticar al Alcalde de nuestro pueblo por tener un trabajo asegurado -cosa que él se habrá ganado con su esfuerzo a lo largo de su trayectoria profesional-, en el caso que saliera del Ayuntamiento y al mismo tiempo criticar a Luis Escamilla por todo lo contrario, es decir, por trabajar para sus vecinos en el equipo de gobierno supuestamente ‘a toda costa’.
¿Nuestro Alcalde va a trabajar menos porque tenga un puesto de trabajo asegurado? Absurdeces. ¿Luis Escamilla tragará todo lo que tenga que tragar para mantener su puesto? Absurdeces al cuadrado. La mayoría de los políticos (digo mayoría porque siempre están los cafres de turno) no buscan en este camino un buen sueldo. Seguramente, en nuestro caso, ambos ganarían más fuera del Ayuntamiento. Cuando se critica se debe tener un cierto criterio.
